Introducción
El modelo actual de desarrollo que predomina en nuestra sociedad, de crecimiento continuo y basado en el consumo de energía, no se puede mantener indefinidamente.El agotamiento progresivo de los combustibles fósiles, la concentración de las reservas fósiles en áreas geográficas políticamente inestables, la falta de alternativas a corto plazo, el fuerte crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero y un incremento de los precios internacionales de los combustibles fósiles y de su volatilidad obligan a hacer un cambio hacia un nuevo modelo basado en el desarrollo sostenible. Para ello, los gobiernos tienen la responsabilidad de trabajar en pos de lograr el uso racional de los recursos energéticos, fomentando el ahorro y la eficiencia energética en todos los sectores de la economía donde se demande el consumo de energía, lo cual exige la aplicación de un sistema de gestión energética donde estén establecidos los requisitos para su implementación y las acciones para mantenerlo y mejorarlo continuamente, con la menor inversión de recursos, en el menor tiempo y la mayor eficacia (Rodríguez, 2011; Cañizares et al., 2014).
Uno de los sectores de la economía que tiene una relación muy importante con el sector energético es el agrícola, dado queuna de las fuentes de energíaque emplea, el combustible, constituye un insumo importante para el cumplimiento de los procesos agrícolas en las diferentes formas productivas y en la agroindustria. Según reportes (FAO, 2016), el sector agroalimenticio consume cerca del 30 por ciento del consumo total de energía a nivel global, de ahí la importancia del diseño y puesta en práctica en este sector de un sistema para el control, supervisión y seguimiento del consumo de combustible lo que permitirá crear las bases para alcanzar la eficiencia energética (Jiménez, 2006; Valdés et al, 2009; Denoia y Monticos, 2010; Vázquez, 2014).
Basados en este principio, el Ministerio de la Agricultura de Cuba ha venido perfeccionando los mecanismos para el establecimiento de métodos deorganización y control de la maquinaria que aseguren el correcto uso de los portadores energéticos con vista a elevar la eficiencia energética (Herrera, 2011; Vázquez et al, 2012; González et al, 2010). Es por ello que implementó a partir del año 2001 en todas sus unidades productivas y talleres de asistencia técnica una nueva variante para el control del consumo de combustible y lubricantes y la planificación operativa de los mantenimientos técnicos y reparaciones de los tractores, equipos de riego y transporte (Azoy, 2014; Jelez et al., 2010; Fernández, 2009, 2010, 2012, 2015). Esta nueva variante tiene como aspecto novedoso la inclusión en el modelo utilizado para la recopilación de la información, de una sección que permite, mediante el empleo de índices de consumo de combustible por actividad agrícola o de servicio e indicadores de productividad, conocer el uso real que se le da a este tipo de portador y su demanda real para las condiciones reales de la explotación de los medios mecanizados. Sin embargo, en la práctica productiva aún subsisten problemas con el uso de este nuevo modelo y que limitan alcanzar altos niveles de controly que están relacionados principalmente con el bajo nivel de percepción del personal que atiende la maquinaria sobre la importancia que reviste en la actualidad el ahorro de los portadores energéticos ydel análisis profundo de los índices de consumo por actividad agrícola y su rectificación periódica, elementos fundamentales para la toma de decisiones durante la elaboración de la demanda de este tipo de portador (Rodríguez et al., 2011). La inestabilidad laboral en las unidades productivas y talleres de mantenimiento y reparación de la técnica agrícola es otro de los factores que ha traído como consecuencia que el personal técnico encargado del control del trabajo de la maquinaria sea escaso, aparte de no poseer en la mayoría de los casos, los conocimientos y habilidades necesarias para trabajar con este nuevo medio de control (Sotto, 2008)1
Basados en esta problemática, el presente trabajo tiene como objetivo mostrar los resultados del estudio previo del método tradicional para recopilar y procesar la información sobre el consumo de los portadores energéticos en los tractores, determinando sus limitaciones, y sobre esta base la elaboración de una nueva propuesta, que ha sido validada en cuatro Unidades Integrales de Base de Servicios Técnicos, con resultados satisfactorios.
Métodos
El estudio se realizó en dos etapas, la primera incluyó un estudio de las variantes establecidas por el Ministerio de la Agricultura para el control del consumo de combustibles, lubricantes y mantenimientos técnicos en los tractores2 3. Se realizó un análisis comparativo entre ambas variantes con respecto al nivel y alcance de la información aportada así como sus posibilidades para establecer medidas para un eficiente control de los portadores energéticos a partirdel conocimiento del consumo real de estos en las diferentes actividades agrícolas y de servicios ejecutadas por los tractores. En la segunda etapa, iniciada en el año 2015 y concluida en el 2016, se aplicó la nueva variante en cuatro Unidades Empresariales de Base Integrales de Servicios Técnicos (UEBIST) ubicadas en las provincias Artemisa, Camagüey y Pinar del Rio como parte de las investigaciones realizadas en el marco de dos proyectos nacionales4 5.
Para llevar a cabo este proceso se realizaron inicialmente acciones de sensibilización y capacitación en cada una de estas unidades,dirigidas al personal técnico y directivo con el objetivo deresaltar la importancia de estavariante para el control del consumo de los portadores energéticos en los tractores y equipos autopropulsados y el cálculo de su demanda en los momentos actuales y desarrollar asimismo las habilidades prácticas necesarias que les permitan emplear racionalmente esta variante de control.
Para determinar la aplicabilidad y funcionabilidad de la variante se aplicó la encuesta desarrollada por Sotto (2008)1. Para el cálculodel tamaño de la muestra a encuestar se empleó el método de cálculo para una población finita a través de la siguiente expresión (Pita, 2010):
donde:
N - población; n- tamaño de la muestra
Z2- nivel de confianza utilizado (95 %)
P - proporción poblacional, se toma igual a 0,05
q - valor del complemento de p (1-p)
e - error máximo de estimación, se toma igual a 0,03
Para la aplicación de la nueva variante, se verificó previamente la existencia de los indicadores propios de productividad (por labor y tipo de agregación) y los índices de consumo de combustible por actividad agrícola. En los casos donde no existían estos índices e indicadores se recomendó la utilización de normas medias nacionales, de acuerdo con libro “Maquinaria Agrícola. Programación y Control de su Explotación” (Sotto et al, 2006).Para garantizar el proceso de recopilación de la información, se les doto del modelo oficial establecido en esta variante.
Resultados y Discusión
Estudio de la variante tradicional para el control del combustible, lubricantes y mantenimientos técnicos de los tractores
En la variante tradicional se utilizaba el modelo MA-MQ-01 para la recopilación de la información primaria cuyas características, código y contenido se muestran a continuación:
Este modelo constaba en dos secciones, una anterior (Figura 1) para asentar datos generales y el registro diario de las horas trabajadas por el equipo, el consumo diario de combustible y su acumulado así como los consumos de lubricantes en los diferentes sistemas del tractor. La otra sección (Figura 2), incluye cuatro aspectos: la programación y control de las atenciones técnicas en cada mes, las roturas imprevistas, la situación del equipo al final de cada mes y las causas de su paralización.
El modelo anteriormente descrito posee un apartado dedicado a la programación y control de las actividades técnicas programadas. Contempla además otros aspectos (control de las roturas imprevistas, situación del equipo al cierre de mes y causas de inactividad) que aunque son de interés, aparecen recogidos con mayor amplitud en otros documentos como son las ordenes de trabajo al taller y los reportes que se emiten al final de cada mes sobre el estado de la maquinaria, documentos a través de los cuales si se pueden calcular algunos indicadores relacionados con la explotación y la fiabilidad de la maquinaria.
Como puede apreciarse, el modelo MA-MQ-01 tiene como mayores limitantes el no aportar la información necesaria para conocer el uso real que se le da al combustible abastecido a cada tractor durante la realización de las diferentes actividades agrícolas o de servicio, factor esencial para elaborar la demanda de este portador energético según las condiciones en que se desarrolla la explotación en las diferentes unidades productivas y de servicios.
Estudio de la nueva variante para el control del combustible, lubricantes y mantenimientos técnicos de los tractores
Basado en los resultados del estudio del método tradicional, se diseñó el nuevo modelo SRP-2-2001(Figuras 3 y 4) tomando en consideración las limitantes antes mencionadas.
El mismo está estructurado también en dos secciones, una frontal donde se asientan datos generales como el nombre de la unidad productiva, tipo de equipo, marca, modelo, número de inventario y de chapa, combustible acumulado al cierre del mes, horas trabajadas durante la jornada de trabajo o los kilómetros recorridos, consumo total de combustible consumido durante la jornada y su acumulado hasta esa fecha y el consumo de lubricantes en los diferentes sistemas del tractor en la jornada.
La otra sección, denominada “cierre de ciclo de combustible”, está dividida en 19 columnas y tiene como fin controlar el uso que se le da al combustible en las diferentes actividades programadas. En las primeras cuatro columnas se registra diariamente, a partir de los reportes de trabajo diario de la maquinaria, la información relacionada con la labor realizada por el tractor, tipo de agregación empleada y el lugar donde se realizó el trabajo. El resto está subdividido en dos secciones, una dedicada a reflejar los datos relacionados con el volumen de trabajo y la norma de trabajo (plan y real). La otra incluye el índice de consumo de combustible según la labor a realizar, la necesidad de combustible según el volumen de trabajo planificado, la cantidad de combustible existente en el tanque, la cantidad de combustible serviciado, el real consumido y el índice real de consumo de combustible.
Al comparar los modelos anteriormente descritos se determinó que desde el punto de vista estructural, la parte frontal de ambos modelos no difiere significativamente. La información que ambos recogen es similar y a través de la misma se puede conocer las horas totales trabajadas en el mes por cada equipo, la cantidad total de combustible y tipos de lubricantes consumidos. Permite además programar, de manera operativa, las actividades técnicas a realizar a cada equipo según el comportamiento del acumulado de combustible y calcular los índices de consumo de lubricantes empleados en los diferentes sistemas del tractor.
Con respecto a la parte posterior de ambos modelos, la diferencia es muy notable. La información aportada por el modelo tradicional (MA-MQ-01) no aporta la información necesaria para calcular indicadores que sirvan de base para elaborar la demanda de este portador energético en correspondencia con las condiciones en que se desarrolla la explotación del parque de tractores en las diferentes unidades productivas y de servicios, a diferencia del modelo SRP-2-2001 el cual tiene, como aspecto novedoso la inclusión en su parte posterior de un “cierre de ciclo”, cuyo uso se fundamenta en normas de productividad e indicadores de consumo de combustible por actividad agrícola o de servicio (propios de cada unidad productiva o medias nacionales) que permiten la entrega del volumen de combustible a consumir por cada equipo de acuerdo a la labor o servicio a realizar y su posterior análisis sobre el uso real que se da al mismo.
Resultados de la aplicación de la nueva variante en unidades de servicio
Antes de la aplicación de la nueva variante de recopilación de información se realizó una encuesta que se aplicó al personal directamente vinculado con las actividades de organización, planificación y control del trabajo de la maquinaria en las cuatro unidades de servicio analizadas, determinándose previamente el tamaño de la muestra a encuestar a través de la expresión (1). Para una población (N) compuesta por 20 trabajadores, se obtuvo un tamaño de muestra de 14. Los resultados obtenidos son los siguientes:
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El total de los encuestados (100 %) considera necesaria la incorporación del cierre de ciclo en el modelo establecido en la nueva variante dado que contribuye a mantener un mayor control del consumo de combustible;
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El 78,5 % de los encuestados manifestó que mediante el modelo empleado en esta variantese pueden calcular y/o rectificar periódicamente para las condiciones reales de explotación de la maquinaria los indicadores de productividad por tipo de agregacióny los índices de consumo de combustible por actividad agrícola. El resto manifiesta que este proceso les puede resultar muy trabajoso y requiere de tiempo, sobre todo cuando se tiene una amplia gama de tractores en explotación.
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La totalidad de los trabajadores encuestados estima que mediante el modelo implementado se puede elaborar sobre bases más objetivas la demanda de combustible y lubricantes a partir del conocimiento de los índices de consumo reales de ambos portadores versus el trabajo realizado.
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La totalidad de los encuestados considera necesario digitalizar el modelo con vista agilizar el proceso de recopilación y procesamiento de la información y como garantía para el resguardo de la misma.
Los resultados obtenidos en la encuesta señalan que con la utilización de esta variante es posible elevar los niveles de control de los consumos de los portadores energéticos en los tractores y equipos autopropulsados, dado que mediante la misma posibilita calcular y/o rectificar periódicamente los índices de consumo de combustible y los indicadores de productividad en correspondencia con las condiciones particulares en que se desarrolla su explotación, de ahí su aplicabilidad y funcionabilidad. No obstante, para incrementar estos aspectos es preciso trabajar en el perfeccionamiento de esta variante mediante la digitalización del modelo empleadopara la recogida de la información, con lo cual se facilitará y agilizará el proceso de procesamiento de la información y el cálculo de los índices e indicadores.
Teniendo en cuenta los resultados de la encuesta preliminar, se procedió a aplicar la nueva variante de recopilación de información en las Unidades Empresariales de Servicios Técnicos de las Empresas Agropecuarias de Güira de Melena, Jimaguayú, Manuel Sanguily y Agroindustrial Los Palacios. La cantidad de modelos empleados y la totalidad y distribución de los tractores a los cuales se les aplicó se muestra en la Tabla 1.
Como parte del proceso de aplicación de la variante se realizó una revisión de la información plasmada en la totalidad de las tarjetas de combustible y lubricantes entregadas en las cuatro unidades con el fin de identificar las principales dificultades en cuanto al uso de esta variante por parte de los usuarios.Como resultado se observó lo siguiente:
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En el 57 % de las tarjetas revisadas aparecen programadas actividades de mantenimientos técnicos de acuerdo con el acumulado de combustible; sin embargo, no se refleja el día en que realmente fueron ejecutadas.
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En el 78,6 % de los casos aparecen programados durante el mes diferentes tipos de mantenimientos técnicos de acuerdo con el acumulado de combustible y se refleja la fecha de su realización, sin embargo no existe una orden de taller que avale el cumplimiento real de estas actividades, lo que señala que estas no se realizaron realmente o que se ejecutan bajo condiciones no debidamente controladas.
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El 67,5 % de las tarjetas aparecen días donde no se refleja ningún tipo de información debido supuestamente a paradas del equipo, no obstante, no se aclara la causa de la paralización.
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Al final de cada mes no aparecen calculados, en el 82,4 % de los casos, los índices medios de consumo de los diferentes tipos de lubricantes.
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En la columna correspondiente al consumo diario de combustible, aparece anotada (43,0 %) la cantidad de combustible serviciado al tractor cuando realmente debe aparecer la cantidad de combustible consumido tal y como aparece reflejado en la sección cierre de ciclo.
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En el 100 % de las tarjetas los volúmenes de trabajo aparecen expresados en caballerías. Se debe utilizar la hectárea como unidad de medida según esta establecido.
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En los modelos se constató que para el cálculo de la norma de productividad real se utiliza una regla de tres cuando en realidad esta se debe calcular según la expresión que aparece al final de la columna correspondiente.
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Aunque la forma en que está estructurada esta sección del modelo no permite que aparezcan reflejados al final de cada mes elcomportamiento de los diferentes indicadores e índices por labor y tipo de agregación, no se pudo constatar en todas las unidades analizadas, la existencia de algún documento donde se muestre la variabilidad de los mismos.
Los resultados anteriores muestran que aún existen dificultades con respecto al uso de la nueva variante establecida en estos momentos por el Ministerio de la Agricultura para el control del consumo de los portadores energéticos en los tractores y equipos autopropulsados, lo que indica la necesidad de tomar las acciones necesarias para alcanzar su uso más racional y elevar el nivel, la calidad, la fiabilidad e integridad de los registros en las tarjetas de control del consumo de combustibles, lubricantes y mantenimientos técnicos. Esto requiere del diseño de un instructivo técnico que les permita al personal técnicode las unidades productivas y talleres de mantenimiento y reparaciones, tanto al existente en la actualidad como los del futuro, el desarrollo de las habilidades necesarias para trabajar con este medio de control del trabajo de la maquinaria, permitiéndoles asentar, procesar y analizar convenientemente la información.
Conclusiones
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Mediante el estudio realizado se demostró que el modelo tradicional para el control de los consumos de los portadores energéticos en los tractores y equipos autopropulsados carece de una parte importante de la información necesaria para efectuar una correcta planificación, ejecución y control de la explotación de la maquinaria.
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Se diseñó un nuevo modelo para la recogida de la información de los consumos de los portadores energéticos en los tractores y equipos autopropulsados que permite recopilar un mayor volumen de información si se compara con el modelo tradicional y que posibilita además programar los volúmenes de combustible a consumir según la labor a realizar por estos equipos y controlar su uso real.
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A través del nuevo modelo diseñado se pueden calcular y/o rectificar periódicamentelos índices de consumo de combustible y los indicadores de productividad por actividad agrícola o de servicio en correspondencia con las condiciones particulares en que se desarrolla la explotación del parque de tractores y equipos autopropulsados en las diferentes unidades productivas y de servicios.
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Los resultados de la encuesta realizada en las cuatro unidades estudiadas permitieron determinar que el nuevo modelo diseñado para el control del consumo de combustible y lubricantes en los tractores es aplicable y funcional en las condiciones en que se desarrolla la explotación de los medios mecanizados en las unidades productivas y talleres de servicios técnicos del Ministerio de la Agricultura, aunque requiere de su perfeccionamiento con vista a agilizar el proceso de cálculo y/o rectificación de los índices de consumo e indicadores de productividad.
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El nuevo modelo diseñado fue aplicado en cuatro Unidades Empresariales de Base Integrales de Servicios técnicos pertenecientes a los municipios Güira de Melena, La Palma, Los Palacios y Jimaguayu con resultados satisfactorios. Se determinó que aún existen dificultades con respecto al uso de este modelo, lo que señala la necesidad de tomar las acciones necesarias para su uso más racional.
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Se elaboró una propuesta con el fin de propiciar el uso eficiente de este medio de control por parte de los usuarios y que posibilite elevar el nivel, la calidad, la fiabilidad e integridad de los registros en las tarjetas de control.