Introducción
En Centro América, México y El Caribe, los riesgos y amenazas a que se encuentran sometidos los suelos debido a procesos como la erosión, la pérdida de carbono orgánico, la compactación, salinización y otros, requieren de un particular esfuerzo en el diseño e implementación de tecnologías de producción agrícola basadas en el Manejo Sostenible del Suelo (MSS), (FAO y ITPS, 2015). En este sentido, en el año 2012, los miembros de la FAO aprobaron el establecimiento de la Alianza Mundial por el Suelo (AMS), una iniciativa dirigida a mejorar la gobernanza del recurso natural suelo y la concientización de su importancia, a escala mundial. La AMS constituye una iniciativa de la FAO dirigida a enfrentar y revertir el proceso de degradación de los suelos mediante el establecimiento de estrategias regionales basadas en el MSS.
La Misión de la AMS es el desarrollo de capacidades (basado en la mejor ciencia disponible) y la facilitación/contribución al intercambio de conocimiento y tecnologías entre actores para el manejo sostenible del recurso suelo en todos los niveles. Resulta conveniente aclarar que su principal empeño es lograr vincular los esfuerzos que actualmente se realizan de forma independiente por los países con el fin de lograr un efecto sinérgico entre ellos, mediante nuevas acciones; y que se trata de una iniciativa voluntaria y no crea ningún derecho u obligación vinculante legal entre sus miembros o cualquier entidad, (FAO.GSP, 2011).
En el presente artículo se describe el origen, estructura y desarrollo de la AMS en la región.
Estructura de la Alianza Mundial por el Suelo
La Figura 1 facilita comprender la estructura de la AMS. La misma está compuesta por Aliados (Socios) que pueden serlo mediante simple inscripción a través del sitio WEB Global Soil Partnership de la FAO. En Cuba son Aliados, el Instituto de Suelos del Ministerio de la Agricultura y la Sociedad Cubana de la Ciencia del Suelo, pero pueden inscribirse otras instituciones relacionadas con el recurso Suelo. Los Aliados no tienen obligación de pago de cuota y reciben información periódica del Secretariado, (FAO.GSP, 2011).
Otro elemento, lo constituye el Panel Técnico Intergubernamental de Suelos (ITPS), órgano asesor de la AMS que se reúne una vez al año alrededor del mes de abril y que debe aprobar cualquier documento o Plan de Acción emanado del trabajo de la AMS antes de ser sometido a la Asamblea Plenaria conformada por los Representantes de los países miembros de la FAO. El ITPS está constituido por 25 especialistas de alto nivel de todo el mundo, entre ellos 5 latinoamericanos, Cuba se encuentra representada por el Instituto de Suelos. El ITPS debe renovarse cada dos años, lo que deberá ocurrir, por segunda vez, en 2018.
Existe además un Secretariado constituido por un pequeño número de funcionarios radicados en la sede de la FAO en Roma, al frente del cual se encuentra el Secretario de la AMS. Este Secretariado nombró en 2013 a Cuba para presidir el Comité Directivo de esta región.
El conjunto de actividades que aborda la AMS se agrupa en cinco Pilares de Acción:
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Promoción del manejo sostenible del recurso suelo y mejoramiento de la gobernanza para la protección del suelo y su productividad sostenible.
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Fomento de la inversión, la cooperación técnica, las políticas, la concientización, educación, capacitación y la extensión sobre los suelos.
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Promoción de la investigación y el desarrollo edafológico focalizado y centrado en las brechas y prioridades que hayan identificado y las sinergias con acciones relacionados con la producción desarrollo ambiental y social.
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Mejoramiento de la cantidad y calidad de datos e información de suelos
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Armonización de métodos, mediciones y los indicadores para el manejo sostenible del suelo.
De cualquier forma, resulta importante recalcar que el trabajo práctico de esta iniciativa FAO se basa en el de las Alianzas Regionales por el Suelo (ARS), de las que existen un total de nueve a nivel mundial.
La Alianza Regional por el Suelo (ARS) para Centro América, México y El Caribe
En octubre de 2013, se realizó en La Habana el Taller de Lanzamiento de la ARS para Centro América, México y el Caribe, con la participación de representativos de 15 de los países del área, principalmente funcionarios con responsabilidad en la actividad de suelos; así como de algunas instituciones y ONGs internacionales y el Secretario de la AMS, el Dr. Ronald Vargas. Los países presentes fueron: Costa Rica, Cuba, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Surinam y Trinidad y Tobago, (FAO y Instituto de Suelos, 2013).
El diagnóstico realizado a partir de las presentaciones de los delegados de los países participantes sobre el estado de sus suelos, necesidades de los países y prioridades para el MSS, arrojó que el 75% de los suelos de la región se encuentran degradados en alguna extensión. Además, con el fin de enfrentar esta situación propuso, entre otras medidas: Establecer Legislaciones Nacionales para la protección del suelo y las correspondientes regulaciones para su implementación; elaborar, compartir y transferir Sistemas de Información de Suelos acordes a las condiciones de la región; desarrollar e implementar Programas de transferencia de conocimientos a todos los niveles mediante la Educación, Capacitación y la Extensión en Ciencia y Manejo del Suelo y promover el Manejo Sostenible del Suelo como una contribución a la Seguridad Alimentaria mediante la recuperación de la salud del suelo y su productividad.
Se realizó de conjunto un Plan de Acción preliminar desglosado de acuerdo a los Pilares de Acción con el fin de revertir este proceso como una contribución a la Seguridad Alimentaria, la adaptación y mitigación al Cambio Climático y la provisión de servicios al ecosistema; y eligió un Comité Directivo Regional, que es el máximo responsable de coordinar e impulsar las actividades en la región. Este Comité está constituido por 7 especialistas de los países del área: Cuba (Presidente), Guatemala (Vicepresidente), Honduras, Granada, Jamaica, México y Nicaragua. Este Comité voluntario, fue reelegido durante un Taller realizado en 2015 por un período de dos años.
La principal actividad desarrollada por este Comité Directivo Regional durante los tres años transcurridos, la constituye la propuesta y análisis y discusión con los países miembros del denominado Plan de Implementación Regional (PIR).
El Plan de Implementación Regional (PIR)
El junio de 2015, con motivos del Año Internacional del Suelo, el 50 Aniversario del Instituto de Suelos y el 30 Aniversario de la Sociedad Cubana de la Ciencia del Suelo (SCCS), se celebró en el Palacio de Convenciones de La Habana, el Congreso Suelos Habana. Dentro de este Congreso, y durante los días 1 y 2 de junio, se celebró el Taller de Puntos Focales de la ARS para Centro América, México y El Caribe y su principal objetivo fue elaborar y aprobar el Plan de Implementación Regional (PIR). En el mismo participaron los 15 países presentes en el lanzamiento de la alianza en el año 2013, más Bahamas, Belice y Santa Lucía, (FAO y Instituto de Suelos, 2015). En el Taller participaron también, instituciones y ONGs destacadas y algunas sociedades nacionales del suelo de la región.
Previamente las autoridades de cada país nombraron su Punto Focal, que en lo adelante constituye la persona de contacto en todo lo relacionado con la ARS en su país y con voz y voto en las discusiones y decisiones que se tomen al efecto. Se sugiere que la persona nominada como punto focal, debe ser un funcionario directamente relacionado con el uso y manejo del suelo a nivel nacional. En Cuba, el Punto Focal es el Director de Suelos y Fertilizantes del Ministerio de la Agricultura y su Adjunto, el Director del Instituto de Suelos.
En el Taller, a partir de una propuesta elaborada por el Comité Directivo desglosada de acuerdo a los cinco Pilares de Acción de la AMS, se constituyeron grupos de trabajo, acorde con los Pilares cuenta que define la Alianza. Luego de ricas discusiones, se aprobó finalmente por unanimidad el PIR para el quinquenio 2016-2020. El mismo se elaboró en la forma de matriz de Marco Lógico y comprende, por Pilares de Acción, los Productos a obtener y las Actividades necesarias para lograrlos, así como su prioridad, fecha propuesta de cumplimiento, actores y un presupuesto estimado.
La Tabla 1 resume los productos a ser generados por el PIR. Nótese que los correspondientes al Pilar 2 son decisivos y básicos para la obtención del gran objetivo del plan, mejorar la gobernanza del recurso natural suelo; toda vez, que incluye aspectos como la promoción, marco regulatorio legal, educación, extensión y la imprescindible gestión de recursos económicos para poder desarrollar las actividades. Una información detallada del PIR puede ser consultada en el sitio WEB, www.fao.org, (FAO y Instituto de Suelos, 2015).
Resultados obtenidos por la Alianza Regional y su impacto
El más importante resultado obtenido en estos poco más de tres años de existencia de la Alianza Regional por el Suelo para nuestra región es sin lugar a dudas el haber alertado y creado conciencia, al menos incipiente, en gobiernos, agricultores y la población general de la importancia que reviste preservar los recursos naturales suelo y agua, mediante el establecimiento de políticas conservacionistas que posibiliten incrementar de forma sostenible la producción de alimentos y a la vez detener y revertir los procesos de degradación del suelo, única forma de lograr la tan necesaria Seguridad Alimentaria.
Cuba, cuenta con políticas para el uso y manejo de los suelos, aunque la iniciativa ha incrementado su visibilidad e impulsado el desarrollo de estas tareas; pero existen países en nuestra Región, como es el caso de Haití y los caribeños de habla inglesa, por solo citar los casos extremos, en los que el impacto de la Alianza Regional ha sido significativo. Téngase en cuenta que en muchos de estos países no existe inclusive Marco Regulatorio Legal que permita a los gobiernos establecer regulaciones al respecto. En este sentido, se trabaja en establecer en Jamaica, un caso piloto y apoyarlo técnicamente en la elaboración de una propuesta de Marco Regulatorio Legal (FAO, 2016).
Por otra parte, un logro básico de la AMS, lo constituye la revisión de la Carta Mundial del Suelo, un documento normativo adoptado por la Conferencia de la FAO en 1981, por lo que era necesaria su actualización en relación a aspectos como el Cambio Climático y sus retos, la contaminación de los suelos, el impacto de la expansión urbana, y otros, (FAO, 2015); pero sin lugar a dudas que la designación por Naciones Unidas del año 2015 como Año Mundial del Suelo, lo que unido a la celebración del 5 de Diciembre como Día Mundial del Suelo, posibilitó colocar al suelo en un primer plano mundial e impulsar de forma marcada actividades dirigidas a la preservación de los recursos naturales suelo y agua. En este sentido, se realizaron un sinnúmero de actividades de promoción en toda la región, lo que incluyó, programas de radio y TV, artículos en periódicos, actividades con estudiantes y otras iniciativas. Así en Cuba, la Guía Telefónica ETECSA (Páginas Amarillas) del 2015, tuvo como temática, el Año Mundial del Suelo; y se realizó el documental de 55 minutos “La conquista del suelo”, que fue pasado el 5 de Diciembre de 2015 por la TV cubana, en el horario estelar del Programa Mesa Redonda.
Entre las actividades más recientes, debe mencionarse, la elaboración de un amplio documento titulado “Guías voluntarias para el manejo sostenible del suelo” contentivo de recomendaciones básicas y prácticas para enfrentar la degradación del suelo a partir del factor limitante de su productividad que lo afecte (FAO, 2016); y el esfuerzo dirigido a la creación de una Base de Datos Regional de Suelo, como parte de la Mundial y la constitución de una red internacional de instituciones que tienen como objetivo la información de suelos (INSII, por sus siglas en inglés), la cual tiene como tarea básica para el 2017, la elaboración de mapas nacionales de Carbono Orgánico del Suelo, enmarcados en el Pilar 4 y bajo la coordinación de las correspondientes Alianzas Regionales (FAO, 2016). En ese sentido se trabaja actualmente.
Resulta evidente que son insuficientes los resultados obtenidos, al considerar la magnitud de la tarea y la necesidad de que se incorpore toda la sociedad, ya que el suelo es nuestro principal recurso natural y como tal debemos preservarlo para las generaciones futuras.